Estación Tijuana organiza el taller de proyectos editoriales, dirigido al público que desee aprender el arte de manufacturar libros, revistas, fanzines, cómics y toda clase de publicaciones.
Durante el curso, el tallerista aprenderá distintas técnicas de impresión, usos de papel, diseño editorial, encuadernados y tipografías. Así como teoría e historia básicas del mundo editorial: historia del papel, historia de la impresión, así como capacitaciones básicas para utilizar diversos medios de publicación: libro, plaquette, revista, fanzine, panfleto, libros de artista, cómics, etcétera. Las sesiones serán semanales, cada sábado a partir de las 15:00 hrs.
Costo: $ 650.00* MXN mensuales
Duración: 7 sesiones semanales de sábados
Inicio del curso: 05 de junio
Finalización del curso: 17 de julio
Cupo limitado a 10 personas por grupo.
El taller incluye todos los materiales previstos durante el curso y una pequeña compilación/guía sobre las teorías y técnicas vistas en las sesiones.
Requisitos:
Es importante más no necesario que los talleristas tengan un proyecto editorial o un proyecto de publicación en mente para facilitar la tarea y enfocarnos en las necesidades de cada proyecto. Esto puede ser una editorial, revista, fanzine, autopublicación, cómic, panfleto, libro de artista o cualquier tipo de publicación artística.
*El pago en su totalidad es flexible y podrá hacerse en abonos durante el curso, siempre y cuando previo al inicio del taller se cubra la mitad del costo.
El diseño editorial es la diagramación de textos e imágenes que se incluyen en las publicaciones; el diseño es la maquetación y composición de un soporte de información.
Previo a nuestra maqueta o diseño, debemos tomar en cuenta ciertos puntos que nos servirán de guía a la hora de idear una publicación, pues en base a ellos, tendremos una idea más clara de nuestras necesidades.
Diferencias de estilos y contenidos:
Las tendencias y estilos de cada momento, las diferentes culturas, movimientos sociales, son puntos importantes a la hora de diseñar. Digamos que cada revista, periódico o cualquier otra publicación o forma de información, tienen su propio estilo y estructuras diferentes.
No es lo mismo una revista de moda que otra especializada en Internet o arte, debido a que tienen un contenido totalmente distinto, por lo que sus composiciones probablemente no tengan nada que ver.
De la misma manera, no podemos estructurar un catálogo de precios de una tienda de muebles de estilo igual que un folleto de ofertas de un supermercado. Existen muchas diferencias de composición cuando hablamos de contenidos distintos. Otro aspecto que debemos saber es que cada publicación tiene un estilo que la diferencia del resto y por el que se guía para que toda la publicación sea un conjunto, un todo en perspectiva. También deberemos tener en cuenta otros factores que vendrán a determinar cómo será nuestro producto de diseño, factores como: El medio (revista, folleto, libro); el formato o tamaño de la publicación, que condicionará posteriormente la retícula que podamos desarrollar; la cantidad de material o contenido que deberá tener esa publicación y en cuantas páginas tiene que entrar; el soporte o papel que se utilizará para la publicación (no será lo mismo un papel grueso y satinado que un papel fino y poroso); la imagen que tenga la empresa o que quiera nuestro cliente o nosotros mismos al establecer en la publicación o publicidad; los espacios publicitarios que se determinen (en caso de contener publicidad); en caso de que esté en diversos idiomas, el espacio para las traducciones; la limitación de presupuesto que tengamos en cuanto a la impresión; la necesidad de adaptación a otros medios, etc.
Retícula
Es un método para resolver los problemas planteados a la hora de diseñar un catálogo, una revista, o cualquier otra publicación. La retícula es un método que consiste en dividir el espacio en pequeños módulos (o rectángulos), que sirven de guía para la ubicación de los elementos. La finalidad de la retícula es intentar establecer orden donde hay caos; hacer que el receptor encuentre el material en el lugar esperado y que el diseñador editorial piense de forma constructiva y estructurada. El diseñador debe encontrar un equilibrio entre la retícula diseñada y el material (texto o ilustraciones); en caso de que éste no se adapte a esa estructura establecida, tendremos que modificar la retícula, ya que no debemos forzar el material. Las principales ventajas que tiene que ofrecernos una retícula bien diseñada las podemos resumir en tres: repetición, composición y comunicación.
Plantilla y Estilo
Tanto las revistas como los periódicos y los libros, deben diseñarse con arreglo a un patrón único, creando de esta forma una sensación de unidad. Por ejemplo, en un catálogo esa sensación de unidad es manifestada u organizada por medio de columnas o similitud de tamaños en sus elementos. Por otro lado, las revistas combinan más el texto y las imágenes de diferentes tamaños. Aún siendo publicaciones con diferencia de contenido, todas utilizan un método común, una plantilla o maqueta para todas sus páginas, de esta forma cada publicación presenta el mismo estilo en todas sus páginas y ediciones.
La plantilla no es más que un instrumento para medir y organizar los espacios y los elementos de la composición de una forma coherente y equilibrada. Por lo general la plantilla se crea a doble página como si la revista estuviese abierta, de esta forma veremos mejor el resultado que va a tener. Puede que tengan modificaciones en secciones diferentes por ejemplo, que varíen algunos aspectos cuando se pasa de un apartado de noticias a otro en el que expone un artículo, pero en general, las partes comunes o básicas de una determinada revista seguirán en todas sus publicaciones manteniendo un estilo propio, que se puede basar en:
·Número de columnas en cada página y dimensiones de las mismas.
·Tamaño del medianil (el medianil es la distancia que existe entre las columnas).
·Color que se le aplica a los titulares y a otros elementos de la publicación.
·Tipografía estándar y tamaños utilizados en todas las publicaciones, así como el interlineado utilizado.
·El estilo de la portada, secciones, encabezados, paginación.
·En algunos casos la forma de presentar las imágenes y otros elementos ornamentales
Los elementos de composición y la forma en que estos se disponen, son un todo en nuestra maquetación. Cada uno de estos elementos tiene su función dentro del diseño y por tanto su grado de importancia, que cumplan su misión será su cometido.
Antes de empezar a diseñar debemos plantearnos una serie de preguntas como: ¿qué debemos comunicar? o lo que es lo mismo, ¿cuál es el objetivo de nuestro diseño?, ¿qué elementos son los más adecuados para componer mi soporte de información? Una vez que tengamos esto claro, decidiremos mejor cómo desarrollar la composición y, en definitiva, cómo lanzar el mensaje. Podemos empezar haciendo unos bosquejos o bocetos para ir analizando los resultados que pueden dar diferentes composiciones: ayuda a aclarar las ideas y a tomar decisiones.
Hay dos formas básicas de presentación del contenido que nos podemos encontrar en diseño tanto editorial como publicitario: texto e imágenes.
·Texto: podemos encontrar titulares, subtítulos, bloques de texto y pie de foto.
·Imágenes: fotografías, ilustraciones y espacios en blanco.
·En diseño publicitario añadiremos algunas formas a las vistas en diseño editorial tanto en texto como en imagen.
·Texto: titulares, subtítulos bloque de texto, pie de foto, slogan, pie de página, etc.
·Imagen: fotografías, ilustraciones, espacios en blanco y logotipos.
Dependiendo del trabajo que realice, una revista, un anuncio, un libro, utilizará, texto, imágenes o ambas cosas, y en cualquier caso cada uno de los elementos utilizados debe tener su función y su correcta disposición dentro del diseño.
El titular:
Es el elemento lingüístico más importante de la composición, ya que tiene la misión de llamar la atención e introducir al resto del contenido.
El titular puede ser largo, corto, más o menos grande, no hay leyes sobre este tema. Algunos autores recomiendan las frases y las palabras cortas, que los titulares estén compuestos de mayúsculas y minúsculas, que sea tipografía legible y no tan detallada, que el texto no esté en negativo, o que no se utilicen elementos de puntuación en los titulares cortos. Todos estos puntos facilitan la lectura, la atención y mejoran el diseño en general, pero todo depende de cómo se traten los elementos y su composición. Lo importante es que consiga llamar la atención, transmitir un mensaje rápido, y si es capaz de conseguirlo con una frase larga, será igualmente bueno que un anuncio con un titular corto. Lo lógico es que el tamaño del titular sea mayor que el resto de texto que exista en la composición, sin olvidar que aún teniendo diferentes tamaños deben estar equilibrados.
El cuerpo de texto:
Es normalmente el elemento al que menos se le presta atención, bien porque resulta pesado, aburrido, o por la sencilla razón de que en algunas ocasiones, con la imagen y el titular ya parece que se han desarrollado los elementos fundamentales. La cuestión es tener siempre presente que cuando hablamos de un anuncio, por ejemplo, aunque el tanto por ciento de personas que lean el texto sea bajo, para el que lo lea el cuerpo de texto puede ser nuestro mejor vendedor, por lo que deberemos cuidarlo. Es quizá por este motivo, por el que debemos prestarle una atención especial al bloque de texto (si lo hay), hacerlo lo más legible y claro posible, procurar que no sea pesado o denso, debemos hacer cruzar la barrera del desinterés. Visualmente ese bloque de texto debe invitar al receptor (tipografía creativa).
Pie de foto:
Este elemento tiene como misión dar información sobre la fotografía, y normalmente es preciso y no muy denso. Aunque pueda parecer de poca importancia, es uno de los elementos que más se leen, por lo que debemos aportar una información suplementaria a la imagen y que pueda despertar más interés en otros elementos de la composición.
Normalmente al pie de foto se le aplica un cuerpo pequeño valor (6, 7 u 8 puntos), no debemos pensar que eso evita su poder de atracción o visibilidad, ya que normalmente el receptor se siente atraído tanto por tipografía grande como por cuerpos pequeños en los que hay que esforzarse para saber que dicen. Al contrario que en la prensa, en publicidad no se suele utilizar mucho, aunque es claro que ejerce un poder de atracción sobre el receptor.
Fotografía e ilustración:
Son por lo general los elementos que más llaman la atención y es la parte de la composición que vemos inmediatamente a la hora de hojear un libro o revista o panfleto. La presencia de una imagen abre al diseñador un abanico de posibilidades mucho más amplio, ya que son elementos que:
·Proporcionan información.
·Enseñan el producto tal como es.
·Hacen la comunicación más real y creíble.
·Sugieren, expresan sensaciones, estimulan.
La fotografía, aporta realismo y constituye en la mayoría de los casos un modelo de la realidad, por tanto, debe tener fuerza y un sentido específico y claro. Debemos procurar que las fotografías utilizadas no contengan información innecesaria, ya que esto puede provocar confusión y desinterés. Hay que tener una idea clara de lo que queremos comunicar por medio de la fotografía para que el contenido de esta sea exactamente lo que buscamos, además de que a la hora de insertarse en un diseño de texto, ambos, imagen y texto, se corresponden simbióticamente.
Un anuncio de revista de una empresa determinada, puede utilizar una imagen que represente las características de esta, su identidad, y todo lo que la empresa quiera dar a conocer al público. De la misma manera, en la composición de una revista o periódico, nos explica o aclara de forma visual, una situación o noticia. A su vez, las fotografías pueden ser clasificadas por su impacto o llamada de atención. Por ejemplo, si se quiere representar la seguridad de un coche familiar con la imagen de una o varias personas, puede que la presencia de un niño pequeño sea más eficaz e impactante que la de los adultos.
La ilustración es otra forma de transmitir una idea, un concepto. El dibujo publicitario se ha desarrollado notablemente en los diferentes medios publicitarios. Puede ser tan eficaz como la fotografía y de igual manera representar sensaciones aunque distintas. Dependiendo de la composición o estructura que tenga la ilustración, reflejará una diversidad de sensaciones. Por ejemplo se dice que:
·Las rectas pueden expresan fuerza, definición, direccionalidad.
·Por otro lado las líneas horizontales reflejan calma y serenidad.
·Las curvas pueden expresar movimiento, belleza, flexibilidad.
Hay que tener en cuenta que la ilustración dentro de un diseño, no es una parte independiente, sino un elemento que forma parte de una composición, igual que la fotografía y el texto, es decir de un todo. El objetivo de una ilustración es, llamar la atención, comunicar un mensaje o ambas cosas.
Espacios en blanco:
Tienen más importancia de lo que parece, aunque algunos anuncios casi prescindan de ellos. Los espacios es blanco transmiten claridad, libertad, espacio, y ayudan en muchos casos a equilibrar la composición; son espacios de descanso de información. Similar a la poesía y sus espacios mallarmeanos, la nada también conforma el texto y la imagen.
Secciones y partes de las publicaciones.
Cuando hablamos de secciones, nos referimos a las diferentes partes en que se puede dividir un libro, una revista o un periódico. Existen algunas secciones utilizadas por todos, otras son más características de un tipo de publicación determinada. Por ejemplo:
·Una revista puede constar de portada, contraportada, editorial, sumario o contenido, en el que podemos encontrar diferentes temas y anuncios. Sin embargo un libro puede tener infinidad de partes diferentes como: la portada, contraportada, página de guarda, presentación, prólogo, bibliografía, la cubierta, lomo, solapas, la página de créditos, la dedicatoria, el prefacio, la nota de agradecimientos, el sumario, el texto -con sus partes, capítulos e ilustraciones- y los materiales finales como apéndices, notas bibliográficas, páginas de créditos de las ilustraciones, glosarios, índices, colofones, etc.
Pese a todo, en el diseño editorial actual, la anatomía o partes que componen una publicación deben ser consideradas de una forma más flexible añadiendo y eliminando partes, ordenando estas de una forma diferente a la tradicional o uniendo partes para dar una estructura diferente sin perder la perspectiva tradicional de la edición.
El exterior del libro puede constar de:
·Sobrecubierta, la parte colocada sobre la cubierta. Se utiliza en algunos casos para añadir calidad a la publicación y como elemento decorativo y protector de la edición. Normalmente adquiere el mismo diseño que la cubierta, pero en aquellos libros en los que la cubierta es de piel o tela la sobrecubierta es en papel con una impresión y conteniendo diferentes datos de la obra (título, autor, editorial).
·Solapas, son las partes laterales de la sobrecubierta que se doblan hacia el interior. En muchas ocasiones se utiliza este espacio para incluir datos sobre la obra (sinopsis), el autor (bibliografía) u otras colecciones o títulos de la misma editorial.
·Tapa (cubierta), cada una de las dos cubiertas de un libro encuadernado. Las cubiertas de un libro pueden ser de diferentes materiales, papel, cartón, cuero u otras menos comunes en los libros de artista. En la parte anterior de la cubierta, tanto en la forma como en el concepto a transmitir debe estar en relación con el contenido del libro. Los elementos que normalmente aparecen en ella son el título de la obra, autor y la identificación gráfica de la editorial. Normalmente se incluye alguna fotografía o ilustración o elementos ornamentales que lo identifiquen con una determinada colección.
·Lomo, la parte del libro en la que se unen los pliegos de hojas constituyendo el canto del libro, por lo que dependiendo del número de éstas, del gramaje del papel y del tipo de encuadernación, variará el grosor. Normalmente en esta parte se coloca el título del libro, el autor del mismo y la editorial o logotipo de la misma. Estos datos se pueden disponer de abajo arriba o en la dirección inversa.
·Contratapa o cuarta, no tiene un uso predeterminado. En las novelas se utiliza como resumen del texto principal o, en ciertos casos, para ubicar la biografía del autor. También, como continuación del concepto predominante o del diseño de la tapa.
El interior del libro puede constar de:
·Página de cortesía o de respeto, son páginas en blanco que se colocan al principio, al final, o en ambos sitios, dependiendo de la calidad del libro.
·Portadilla, es la primera página impar anterior a la portada. Se suele escribir solo el título de la obra o también con el nombre del autor.
·Contraportada, es la parte del libro enfrentada con la portada. A veces contiene otras obras del autor u otros aspectos, y otras veces no lleva ningún tipo de contenido.
·Portada, la primera página impar que contiene el nombre de la obra y en algunas ocasiones el nombre del autor y la editorial. Suele contener los mismos datos de la tapa.
·Créditos o Página de derecho, contienen datos específicos de la edición: año y número de la misma, nombres de los colaboradores (diseñador, fotógrafo, ilustrador, traductor, etc.), Copyright (derechos reservados al autor y editor) e ISBN (International Standard Book Numbers, que corresponde al código numérico del país de edición, editorial y temática del libro).
·Dedicatoria, es la página impar en la que el autor dedica la obra.
·Índice. En el supuesto caso de tratarse más de un tema existirá la necesidad de poder ubicarlo y ver la distribución de los mismos. Para esto se establecerá un índice al principio o al final del texto principal.
·Texto principal. Estará compuesto en la tipografía elegida, y según la elección del cuerpo, interlineado y característica de la caja tipográfica variará su longitud. Se alternarán texto e imagen en la medida de considerarse conveniente. En relación con la tipografía podrá hacerse uso de más de una familia o de distintos valores (tamaños) dentro de una misma familia para poder diferenciar entre títulos, subtítulos, epígrafes, citas, notas, etc. El cuerpo del libro contiene también, presentación, prólogo, introducción, capítulos o partes, anexos y bibliografía, epílogo, además de las ilustraciones, láminas o fotografías que contenga.
·Cabezal. Es la indicación del nombre de la obra, autor, capítulo o fragmento ubicado en la parte superior de cada página correspondiente al texto principal (no siempre se utiliza, aunque esto depende del libro que estemos diseñando).
·Pie de página. Es la ubicación habitual del folio (o numeración de página) y de las notas y citas correspondientes al texto principal.
·Folio o numeración de página. Es la indicación de la numeración en cada una de las páginas. Para la numeración se considera a partir de la portada en adelante. No se folian las páginas fuera del texto principal ni las blancas (en algunos casos, cuando la obra lleva un prólogo o epílogo, las páginas se folian en números romanos para diferenciarlos de los arábigos del texto principal).
·Biografía del autor. Se la puede ubicar en las solapas, si las hubiera, o en la contratapa (aunque en algunos diseños puede aparecer en la página previa al colofón).
Cuando hemos tomado la decisión sobre el formato del trabajo que vamos a realizar, una de las primeras cosas que deberemos establecer son los márgenes que éste tendrá. El formato de trabajo y otros aspecto tales como el tipo de trabajo que realicemos, el público al que nos dirijamos, el grosor de la publicación o el soporte o papel del mismo, serán algunos de las características a tener en cuenta a la hora de establecer los márgenes del diseño.
Cuando trabajamos en un diseño editorial, lo normal es que tengamos una representación de la doble página (izquierda y derecha), siéndonos más sencillo poder tener una idea más clara del aspecto que tendrá esa publicación cuando esté en manos del destinatario. Los márgenes más comunes que encontraremos en una publicación son: el margen superior o de cabeza, el margen inferior o de pie, el margen interior o de lomo y el margen exterior o de corte. Una vez que tengamos definidos los cuatro márgenes obtendremos el espacio de Caja o Mancha, es decir la zona de impresión o la zona en la que estarán los contenidos de nuestra publicación o la que equivale al tamaño de la página menos los márgenes. Entre una caja y otra se creará una zona de medianil, compuesta por la suma de los dos márgenes interiores y que deberá estar en función del resto de los márgenes así como del grosor que tenga la publicación, ya que a mayor grosor más se dificultará la apertura de las páginas y la mancha o caja deberá quedar fuera de la zona de pliegue, pues en un libro grueso se puede dificultar la lectura a la hora de llegar a la parte de enmedio.
¿Qué criterios debemos aplicar para la definición de los márgenes? En principio no hay criterios estrictos y cuando comencemos a trabajar en ellos deberemos considerar algunos aspectos o particularidades de nuestra publicación. Por ejemplo, no será lo mismo que estemos trabajando en una edición de lujo en la que suele haber una concesión de espacio de márgenes superior a la que podemos tener en una publicación periódica o revista normal, en las que el espacio de margen es más ajustado. Si estamos trabajando en un soporte de bajo gramaje (un papel fino), será conveniente que los márgenes sean simétricos para que las cajas coincidan y no existan transparencias indeseadas que creen un efecto de ruido textual.
El contenido será otro de los factores que debemos valorar, ya que si éste es demasiado extenso puede ser conveniente que consideremos una zona de márgenes menor para que la publicación no se extienda en exceso y poder generar otros blancos además de los márgenes.
Lo que si es muy recomendable es no utilizar los cuatro márgenes iguales, ya que esto crea un aspecto excesivamente monótono y carece de tensión compositiva, que es uno de los elementos que crea interés visual en el espectador. Es recomendable tener en cuenta al menos que normalmente los márgenes menores son los laterales y que el margen inferior suele ser mayor que el superior.
Ejercicio de la sesión 3.- Crear un panfleto de origami sin utilizar grapas o goma, sólo con cortes y dobleces. Durante el ejercicio aplicaremos las formas de diseño editorial, el uso de imagen, ilustración y texto, titulares, espacios blancos, márgenes, medianiles, retículas, portadas, contraportadas, cuerpo de texto, créditos y demás aplicaciones vistas durante la sesión.
Este modelo fue obtenido del blog http://www.bookzoompa.wordpress.com y el diseño pertenece a Paula Beardell Krieg.
Diseño de panfleto origami
Softwares de diseño para descargar gratuitamente (algunos son de prueba y tienen caducidad)